Ashley proposed Jennifer and Bobby to go to the public pool nearby. She had found some cute bikinis at Jennifer's mom's wardrobe and she started to try them on. Meanwhile, Bobby went to piss at the bathroom in Jennifer's parents' room and while he was there he was thinking about how great he had turned into as an adult. He glanced at the girls turned into women who were trying to fit in those bikinis that were clearly a little bit small for them.
He thought that maybe those rings not only made them older but they enhanced their attributes to turned them into their best versions possible. His dick even grew a few more inches, something he didn't expected it could be possible. He felt great, manly and powerful and wanted to share those feelings with other fellow man. However there wasn't any other in the house... Until he remembered baby Jimmy who was still sleeping in an improvised crib.
He took advantage of the women's distraction and he put the baby in the car. Then he put on a black speedo he found in Jennifer's dad's wardrobe and took a few more for Jimmy and any other possible guy he found in the pool. He waited for Ashley and Jennifer, and then they drive them to the local pool which wasn't far away. Fortunately both girls were so focused on themselves that didn't notice the baby traveling with them.
When they arrived, the ladies immediately looked for a good place for sunbathing while they try to get the attention from all the males in the place. Meanwhile, Bobby waited for a while before he took out baby Jimmy out the car, then he moved behind the restrooms where some bushes can help him hiding. He placed the baby on the floor and wished he aged to 5 years old, then to 9.
When Jimmy returned to his original age, his rude and arrogant attitude flourished once again, Bobby can't stand that behavior and started to argue with him. Jimmy thought he was being pranked by his friends, and he didn't believe that the behemoth of a man in front of him was actually his little sister's babysitter. He started to make nasty comments about Bobby's body to the point Bobby can't endure anymore and made his next wish. It was time to turn Jimmy into a man.
Spanish long version:
"Que les parece si vamos un rato a relajarnos en la piscina pública que está cerca de aquí?" Dijo Ashley mientras se peinaba un poco el cabello con las manos. Sus gestos eran delicados y femeninos, totalmente distinto a como se comportaba un momento antes cuando aún era una niña de 5 años. Tomó una liga para atarse el cabello en una sencilla pero bonita cola de caballo. Mientras tanto, Jennifer también se peinaba pero ella estaba utilizando uno de los cepillos de su madre. Su cabello rizado era más difícil de arreglar, pero ella estaba orgullosa de él. Al contrario de cuando era una niña, y el cepillarse el cabello la hacía llorar.
"Me parece una gran idea. Tanto sexo me tiene algo agotada, necesito recuperar algo de energía antes de continuar más tarde." Jennifer dijo mientras se aplicaba algo de crema en el cabello y se seguía cepillando. "Además he visto que mi mamá tiene unos trajes de baño muy hermosos en su armario. Tal vez nos queden un poco pequeños porque ella es medio plana, pero estoy segura de que se verán muy lindos en nosotras." Mientras Jenniffer hablaba, Ashley ya se había acercado al armario para observar los trajes de baño de los que hablaba su amiga. Efectivamente eran muy bonitos, pero también parecían algo pequeños.
Mientras Ashley se estaba probando los trajes de baño, seguida poco después por Jennifer, Bobby aprovechó para ir al baño y hacer una meada en el inodoro. Por alguna razón, como adolescente siempre le había causado algo de molestia e incomodidad orinar después de haber eyaculado. Pensó que tal vez como adulto esa molestia desaparecería, sin embargo, después de sujetarse la verga y esperar un momento, se dio cuenta de que la molestia seguía existiendo. Suspiró brevemente para relajarse y esperó un momento más antes de que el flujo amarillo comenzara a salir de su glande no circuncidado.
Mientras el líquido amarillo fluía y chocaba con la porcelana blanca del inodoro, Bobby se maravillaba de todo lo que había logrado hacer gracias a sus anillos mágicos. Pasar de ser un adolescente promedio al que no le hacían caso las chicas, a convertirse en un galán con dos de las mujeres más bellas que había visto totalmente rendidas ante él. No sólo eso, su cuerpo había madurado increíblemente, posiblemente mucho mejor de lo que él hubiese conseguido naturalmente. Incluso su polla, que ya había crecido durante la adolescencia, creció aún más cuando se hizo mayor.
Volteó a ver a las hermosas mujeres que estaban en la habitación con él y se convenció de que los anillos no sólo podían alterar su edad, sino que resaltaban todos sus rasgos al máximo para convertir a las personas en sus versiones más atractivas posibles. Sonrió con confianza, se sentía viril y fuerte, una sensación que nunca antes había sentido y que no podía describir suficientemente con palabras. Necesitaba compartir este sentimiento, pero no sabía con quién. Jennifer y Ashley eran mujeres y tal vez llegaron a sentir algo similar, pero no era lo mismo a sentirse más hombre, más macho. Entonces, fue cuando lo vio.
En una improvisada cuna hecha con un cesto de ropa y toallas, se encontraba plácidamente durmiendo un bebé de poco más de un año de edad. Era el pequeño Jimmy quien había sufrido ese destino como consecuencia de la venganza de su hermana. Bobby casi no lo conocía, lo había visto en algunas ocasiones cuando trabajaba de niñero con Jennifer, pero el chico siempre se veía muy serio y casi no hablaba con nadie. Bobby sabía que Jimmy tenía varios amigos de sus edad, los había visto jugar por el vecindario en varias ocasiones, pero cuando se trataba de adultos, él era muy reservado.
En otras circunstancias, Bobby hubiera ignorado a Jimmy como ya lo habían hecho Ashley y Jennifer, pero realmente tenía unas ganas inmensas de compartir la masculinidad que él sentía con otra persona y Jimmy era el único otro chico en la casa con el que podía hacerlo. Recordó que las chicas querían ir a la piscina pública por lo que fue al armario del papá de Jennifer para tomar algunos shorts de baño, para él y para el futuro galán que pronto se les uniría. Mientras buscaba, él encontró un par de speedos y sonrió de oreja a oreja, ¿qué era más masculino que exhibir lo más posible sus esculturales cuerpos al mundo?
Se puso al instante un speedo negro, a pesar de que se sentía un poco apretado al frente, eso no le causó molestia. Al contrario, lo hacía sentir más orgulloso del bulto prominente que le colgaba entre las piernas. Ashley y Jennifer le dieron un vistazo y le sonrieron lujuriosamente por un instante antes seguir haciendo lo suyo. Bobby había entendido esos gestos como una invitación para sexo en un futuro cercano, quizás en la misma piscina. La idea de hacerlo a lo vista de otros le excitaba y su polla comenzaba a ponerse dura. Él trato de pensar en otra cosa por el momento, ya que no le interesaba romper su Speedo antes de salir de casa.
Mientras las chicas seguían arreglándose y tomando cosas del armario de la mamá de Jennifer, Bobby tomó un par de sandalias talla 12. Esbozó una pequeña sonrisa al ver que le quedaban pequeños, pero no eran tan incómodos como para impedirle caminar. También tomó unas toallas, un bloqueador, lentes de sol y algunos bocadillos. En una oportunidad, tomó al bebé Jimmy y cuidadosamente lo acomodó junto con las demás cosas en la parte trasera del auto de los padres de Jennifer. No era el mejor sitio, pero el tramo era corto y no quería que las chicas se enterasen, por el momento.
Cuando estaba terminando de ordenar las cosas, Ashley y Jennifer se acercaron al auto, con una actitud de divas que ni se fijaron de lo que Bobby estaba haciendo detrás. Ellas tomaron asiento en el vehículo y esperaron a que Bobby entre para conducir a la piscina pública. Teniendo originalmente 16 años y una licencia de manejo, Bobby no tuvo problema para conducir, por lo que sólo tuvo que ajustar el asiento a su nuevo tamaño y encaminarse a su destino. Bajaron sus ventanas y disfrutaron del viaje, soplaba un agradable viento fresco que contrastaba con el calor del ambiente.
Cuando llegaron a la piscina, Bobby se estacionó cerca de los baños y comenzó a desempacar lo que tenía detrás del vehículo. Mientras tanto, Jennifer y Ashley ya habían ingresado al lugar y estaban buscando un buen lugar para sentarse y tomar el sol. Había gente en la piscina pública, pero no tanta como para que sea insoportable. Ellas hallaron un par de tumbonas libres bajo una gran sombrilla, en un sitio donde creían que podían ser admiradas como las diosas que ellas creían que eran. Se acomodaron en los asientos, se colocaron unos lentes de sol y empezaron a relajarse.
Bobby esperó un momento para que Ashley y Jennifer se alejaran. Después de unos minutos, y tras haberse asegurado de que no había nadie cerca, tomó al bebé Jimmy en sus velludos brazos y lo llevó consigo a la parte trasera de los baños. Ahí pocas personas pasan y hay varios arbustos que tapan la visibilidad, por lo que era el sitio idóneo para lo que Bobby tenía pensado realizar. Buscó un sitio adecuado para colocar al bebé, Jimmy seguía durmiendo como si no le importase lo que ocurriese a su alrededor. Bobby le dio un vistazo al bebé, y al mismo tiempo admiró sus tonificada y robustas piernas velludas. Así como los pies grandes que hacían juego con ellas.
Bobby decidió hacer el cambio progresivamente, por lo que primero pidió que Jimmy creciera 4 años. En cuestión de segundo el bebé se convirtió en un niño pequeño que era demasiado grande para el cesto en el que estaba. La incomodidad y el crecimiento hicieron que lentamente se despertara y Jimmy comenzó a abrir los ojos y a mirar el entorno a su alrededor. No sabía que estaba sucediendo, dónde estaba o porqué se había quedado dormido de repente. Él estaba comenzando a recordar los últimos sucesos desde que llegó a su casa hasta el momento en que se encontraba ahora.
Bobby aprovechó la desorientación del niño para desear que creciera otros 4 años más. Así, mientras Jimmy salía del cesto y se ponía de pie, lentamente regresaba a su edad original de 9 años. Un cambio bastante drástico del bebé que era hace unos segundos, pero aún no era lo que Bobby quería. Cuando Jimmy recuperó su edad por completo, las cosas se volvieron más claras en su cabeza. Él había visto como su hermana menor se convertía en una mujer voluptuosa mientras que él era regresado a un pequeño e indefenso bebé. Se miró a sí mismo y notó que ya no era más un bebé, había vuelto a la normalidad pero no sabía cómo, además de que estaba desnudo.
"Qué está sucediendo aquí?" Jimmy preguntó mientras miraba a su alrededor y al notar al hombre fornido y velludo frente a él, se sorprendió y le preguntó quién era. "Soy Bobby, el que cuida de tu hermana, recuerdas?" Bobby dijo tratando de sonar lo más amigable posible, lo cual era complicado con la voz profunda e imponente que tenía. "Bobby? El Bobby que yo conozco es un adolescente. Tú te ves muy viejo." Jimmy respondió con la honestidad que le distinguía, sin embargo a Bobby no le agradó que le dijeran viejo. Él se sentía en su mejor edad.
"Tengo el poder de cambiar la edad de las personas." Bobby dijo con orgullo y pensó que sorprendería a Jimmy, pero no fue así. "Y decidiste volverte un viejo peludo y gordo? Lo siento, pero no creo en la magia. Seguramente todo esto es una broma pesada. Pues déjenme decirles que es patética, nada graciosa." Jimmy respondió de forma algo grosera, a pesar de ser un niño se escuchaba muy seguro de sí mismo para responder de esa forma ante un hombre que medía y pesaba el triple que él. "No esperaba esa respuesta tuya, sin embargo, es bastante fácil probar que lo que digo es cierto. Sólo tengo que desearlo."
"Desear qué?" Respondió Jimmy de forma desafiante. "Desear que seas lo suficientemente mayor como para que no puedas negarlo. Con 3 o 4 años más tu cuerpo empezará la pubertad. Seguramente tendrás algún que otro estirón. Con 9 o 10 años serás un adolescente completamente formado. No me sorprendería verte con algo de vello y tus bolas finalmente caídas." Jimmy hizo un gesto de desagrado, este loco hablaba de él como alguna especie de pervertido. Además de que la idea de volverse mayor nunca le había sido atractiva para él. Quién querría volverse un hombre pesado y peludo cuando podías ser ágil y limpio como lo era ahora?
"Oiga, señor, esta broma es terrible. Así que si pudiera darme unos pantalones para que pueda irme..." Jimmy dijo pero Bobby le ignoró completamente. "Te daré algo mejor que pantalones. Haz que Jimmy crezca 25 años."